Debemos votar
Como ciudadanos de este país tenemos derechos y obligaciones por igual. Y una de las principales responsabilidades que asumimos al gozar plenamente de nuestros derechos es participar en los procesos de elección de nuestras máximas autoridades. Con frecuencia escuchamos a muchas personas citando la Biblia al decir que “Dios quita y pone reyes” (Daniel 2:20-23) y acompañan la cita con una actitud de indiferencia ante los procesos electorales, sin el interés de atender la responsabilidad ciudadana de elegir a través del sufragio. Es cierto que “Dios quita y pone reyes” pero también nos da la oportunidad de participar en procesos de elección. Por otro lado, debemos estar conscientes que los sistemas y tipos de gobierno de los tiempos bíblicos y nuestro tiempo son muy diferentes; por esto mismo debemos ser muy cuidadosos al considerar éstos temas. Y, aunque nuestros sistemas democráticos de elección no sean perfectos, debemos participar informándonos bien y finalmente votando las veces que sean necesarias para definir un proceso electoral.
Los siguientes pasajes bíblicos ilustran la manera en la que debemos hacerlo, nos orientan a participar votando de manera consciente y responsable:
Jetro aconseja a Moisés para que elija a quienes le apoyarían para gobernar.
“Por lo que a ti toca, escoge entre el pueblo hombres capaces, que tengan temor de Dios y que sean sinceros, hombres que no busquen ganancias mal habidas, y a unos dales autoridad sobre grupos de mil personas, a otros sobre grupos de cien, a otros sobre grupos de cincuenta y a otros sobre grupos de diez.” Éxodo 18: 21
Dios pide a Moisés y al pueblo que elijan setenta líderes para administrar los asuntos del pueblo.
“Dios le respondió a Moisés: —Reúne de entre el pueblo a setenta ancianos que sean líderes. Llévalos al santuario, y que esperen allí. Yo bajaré entonces y te hablaré. Pondré en los ancianos una parte del espíritu que está en ti, para que te ayuden a dirigir al pueblo; así no tendrás que hacerlo todo”
Números 11:16-17
Elección de los siete Diáconos:
En este episodio vemos como la congregación participó en la elección de quienes iban a servir. El perfil para ser electo era muy claro y específico. La personas de aquel grupo, teniendo en mente el perfil requerido, evaluaron, consideraron y finalmente eligieron a siete personas que llenaban aquellas características necesarias para desempeñar tales oficios. Hoy, nosotros los electores, tenemos esa misma responsabilidad, luego de informarnos y teniendo en mente los requisitos mínimos que debería reunir un candidato, debemos tomar una decisión final y votar.
“Elijan con cuidado a siete hombres, para que se encarguen de ese trabajo. Tienen que ser personas en las que todos ustedes confíen, que hagan lo bueno y sean muy sabios, y que tengan el poder del Espíritu Santo. Nosotros nos dedicaremos entonces a servir a Dios por medio de la oración, y a anunciar el mensaje de salvación. A todo el grupo le pareció buena la idea, y eligieron a Esteban, un hombre que confiaba mucho en Dios y que tenía el poder del Espíritu Santo. También eligieron a otros seis: Felipe, Prócoro, Nicanor, Timón, Pármenas y Nicolás. Este Nicolás era de la región de Antioquía, y antes se había convertido a la religión judía. Luego los llevaron ante los apóstoles, y estos pusieron sus manos sobre la cabeza de cada uno y oraron” Hechos 6:3-6
También la Biblia nos llama a someternos a las autoridades que resulten electas:
“Todos deben someterse a las personas que ejercen la autoridad. Porque no hay autoridad que no venga de Dios, y las que existen, fueron puestas por él. Así que quien se opone a la autoridad, va en contra de lo que Dios ha ordenado. Y los que se oponen serán castigados; … ¿Quieres vivir sin miedo a la autoridad? Pues pórtate bien, y la autoridad te aprobará, porque está al servicio de Dios para tu bien. Pero si te portas mal, entonces sí debes tener miedo; porque no en vano la autoridad lleva la espada, ya que está al servicio de Dios para dar su merecido al que hace lo malo.
Por lo tanto, es preciso someterse a las autoridades, no solo para evitar el castigo, sino como un deber de conciencia.” Romanos 13:1-5
“¿Quién podrá hacerles mal, si ustedes se empeñan siempre en hacer el bien? Pero aun si por actuar con rectitud han de sufrir, ¡dichosos ustedes! No tengan miedo a nadie, ni se asusten.” 1 Pedro 3:13-14
“También por esta razón ustedes pagan impuestos; porque las autoridades están al servicio de Dios, y a eso se dedican. Denle a cada uno lo que le corresponde. Al que deban pagar contribuciones, páguenle las contribuciones; al que deban pagar impuestos, páguenle los impuestos; al que deban respeto, respétenlo; al que deban estimación, estímenlo.” Romanos 13:6-7
No obstante, si el gobierno sobrepasa su autoridad delegada la Biblia dice que:
“—Es nuestro deber obedecer a Dios antes que a los hombres.” Hechos 5:29b
“Pilato le dijo: ¿Es que no me vas a contestar? ¿No sabes que tengo autoridad para crucificarte, lo mismo que para ponerte en libertad? Entonces Jesús le contestó: – No tendrías ninguna autoridad sobre mí, si Dios no te lo hubiera permitido; por eso, el que me entregó a ti es más culpable de pecado que tú.”
Juan 19:10-11
“Oración por el rey: “Concede, oh Dios, al rey, tu propia justicia y rectitud, para que con rectitud y justicia gobierne a tu pueblo y a tus pobres. ¡Que haga justicia el rey a los pobres! ¡Que salve a los hijos de los necesitados y aplaste a los explotadores! ¡Que tenga el rey temor de ti por siempre, mientras el sol y la luna existan! ¡Que sea como la lluvia y el rocío que riegan la tierra y los pastos! ¡Que abunden la paz y la rectitud en los días de su reinado, hasta que la luna deje de existir!” Salmos 72:1-2,4-7
Jesús mismo expresó lo que realmente cuenta para él y le agrada. Este verso expresa los valores del Reino de Dios. Es un verdadero desafío actuar constructivamente en medio de la situación en que vivimos, la Biblia nos exhorta a hacerlo. Dejando a un lado la indiferencia.
“Dichosos los que trabajan por la paz, porque Dios los llamará hijos suyos. Dichosos los perseguidos por hacer lo que es justo, porque suyo es el reino de los cielos.” Mateo 5:9-10